jueves, 6 de noviembre de 2008
Elfos
Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente fueron considerados una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos.
Etimología
La palabra elfo proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe.
La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también proviene el latín albus "blanco".
Los términos correspondientes en las lenguas germánicas son:
Germánico nórdico
Nórdico antiguo: álfr, plural álfar.
Islandés: álfar, álfafólk y huldufólk (gente escondida).
Danés: Elver, elverfolk o alfer
Noruego: alv, alven, alver, alvene / alvefolket
Sueco: alfer, alver o älvor
Germánico occidental continental
Neerlandés: elf, elfen, elven, alven (neerlandés medio alf)
Alemán: del inglés: Elf (m), Elfe (f), Elfen "hadas".[3] Elb (m, plural Elbe o Elben) es un término reconstruido, mientras que Elbe (f) está atestiguado en el alto alemán medio. Alb, Alp (m), plural Alpe tiene el significado de "íncubo" (antiguo alto alemán alp, plural *alpî o *elpî).
Gótico *albs, plural *albeis
Elfos en la mitología nórdica
El dios Frey, señor de los elfos de la luz.
El héroe Völundr el Herrero, el 'señor/sabio de los elfos' (vísi álfar), a veces relacionados con los enanos, apodados 'elfos oscuros' (dökkálfar).
Las descripciones más tempranas preservadas de los elfos provienen de la mitología nórdica. En nórdico antiguo eran llamados álfar (singular, caso nominativo: álfr), y a pesar de que no existen descripciones más antiguas o contemporáneas, la aparición de seres etimológicamente relacionados a los álfar en varios folklores posteriores, sugiere fuertemente que la creencia en elfos era común entre todos los pueblos germánicos, y que no sólo se limitaba a los antiguos escandinavos.
A pesar de que el concepto en sí mismo nunca está definido claramente en las fuentes existentes, los elfos parecen haber sido concebidos como seres humanoides poderosos y hermosos. Nunca se han registrado mitos sobre los elfos. Varios hombres famosos parecen haber sido elevados al rango de elfos luego de su muerte, como el rey Olaf Geirstad-Elf. El héroe herrero Völundr (o Völund) es identificado como 'señor, líder, o sabio de los elfos' (vísi álfa, de víss, "certero, sabio") en el poema Völundarkvida. Un segundo título de Völundr es más oscuro: álfa ljóði, donde la raíz apunta a la expresión poética ljóðr o lýðr, "un pueblo, gente, hombres".,[4] [5] Este titulo se ha interpretado como "líder de los álfar", pero más probablemente como "uno del pueblo de los álfar", indicando que Völundr es uno de ellos y no simplemente un humano.[6] En la Saga de Thidrek una reina humana se sorprende al descubrir que el amante que la embarazó es un elfo y no un hombre. En la Hrólfs saga kraka un rey llamado Helgi viola y embaraza a una elfo mujer vestida de seda.
Consecuentemente, la cruza entre elfos y humanos es posible en la antigua creencia nórdica. La reina humana que tuvo un amante elfo dio a luz al héroe Högni, y la elfo mujer que fue violada por Helgi dio a luz a Skuld, quien se casó con Hjörvard, el asesino de Hrólfr Kraki. La Hrólfs saga kraka agrega que ya que Skuld era medio-elfo, era muy habilidosa en la hechicería (seid), y a tal punto que era casi invencible en la batalla. Cuando sus guerreros caían, ella los levantaba nuevamente para que continuaran luchando. La única manera de derrotarla era capturarla antes de que pudiera convocar a sus ejércitos, que incluían guerreros élficos.[7]
Hay también declaraciones en la Heimskringla y en la Þorsteins saga Víkingssonar de una línea de reyes locales que gobernaron Álfheim, que se correspondía con la provincia moderna sueca de Bohuslän y la provincia noruega de Østfold, y ya que tenían sangre élfica, se decía que eran más hermosos que la mayoría de los hombre.
La tierra gobernada por el rey Alf era llamada Alfheim, y toda su prole está relacionada a los elfos. Eran más hermosos que cualquier otra persona...
El último rey es llamado Gandalf.
Además de estos aspectos humanos, se los describe como seres semi-divinos asociados a la fertilidad y el culto a los ancestros. De esta forma, la noción de elfo se asemeja a la creencia animista en espíritus de la naturaleza y de los muertos, común a casi todas las religiones humanas; lo que también se corresponde con la antigua creencia nórdica en dísir, fylgjur y vörðar (espíritus seguidores y protectores). Como los espíritus, los elfos no estaban atados a limitaciones físicas y podían atravesar paredes y puertas, tal como sucede en Norna-Gests þáttr.
El historiador islandés Snorri Sturluson se refiere a los enanos (dvergar) como "elfos oscuros" (dökkálfar) o "elfos negros" (svartálfar); pero es incierto si esto refleja la creencia escandinava en su conjunto.[10] Se refiere a otros elfos como "elfos de la luz" (ljósálfar), lo cual se ha asociado a la conexión de los elfos con Frey, el dios del sol (de acuerdo a Grímnismál, Edda poética). Snorri describe las diferencias de los elfos de esta manera:
"Allí [en el cielo] hay un lugar que es llamado Hogar de los elfos (Álfheimr). Las personas que viven allí son llamadas elfos de la luz (Ljósálfar). Pero los elfos oscuros (Dökkálfar) viven bajo la tierra, y no se asemejan en apariencia a ellos - y tampoco se asemejan en la realidad. Los elfos de la luz son más brillantes que la apariencia del sol, pero los elfos oscuros son más negros que la oscuridad en sí." (Snorri, Gylfaginning 17, Edda prosaica)
"Sá er einn staðr þar, er kallaðr er Álfheimr. Þar byggvir fólk þat, er Ljósálfar heita, en Dökkálfar búa niðri í jörðu, ok eru þeir ólíkir þeim sýnum ok miklu ólíkari reyndum. Ljósálfar eru fegri en sól sýnum, en Dökkálfar eru svartari en bik."
Mayor evidencia de la presencia de elfos en la mitología nórdica proviene de la poesía escáldica, la Edda poética y de las sagas legendarias. En ellas, los elfos están relacionados con los Æsir, particularmente por la frase común "Æsir y los elfos", que presumiblemente signifique "todos los dioses".[12] Algunos eruditos han comparado a los elfos con los Vanir.[13] Pero en Alvíssmál ("Dichos de Alvíss"), se considera a los elfos como seres distintos de los Vanir y los Æsir, como se revela por una serie de nombres comparativos en los cuales se da las propias versiones de varias palabras para los Æsir, los Vanir, y los elfos como reflejo de sus preferencias raciales individuales. Es posible que estas palabras marquen una diferencia de estatus entre los mayores dioses de la fertilidad, los Vanir, y los menores, los elfos. La Grímnismál cuenta que el Van Frey era el señor de Álfheim ("mundo de los elfos"), y hogar de los elfos de la luz. La Lokasenna cuenta como un gran grupo de Æsir y elfos se habían reunido en la corte de Ægir para un banquete. Había presente varios sirvientes de los dioses, como Byggvir y Beyla, que pertenecían a Frey, señor de los elfos, que eran probablemente elfos en sí, ya que no eran contados entre los dioses. Se mencionan también otros dos sirvientes, Fimafeng (asesinado por Loki) y Eldir.
Un poema de cerca de 1020, el Austrfaravísur ('Versos de viajes al este') de Sigvat Thordarson, menciona que, como cristiano, se le negó la entrada a una residencia pagana, en Suecia, porque se estaba llevando a cabo un álfablót ("sacrificio a los elfos"). Sin embargo, no se tiene más información confiable sobre a lo que un álfablót implica,[14] pero como otros blóts, es probable que incluyera ofrenda de alimentos.
Además, en la Saga de Kormák se evidencia la creencia de que sacrificar para los elfos podía curar graves heridas de combate:
Þorvarð se curó lentamente; y cuando se pudo parar fue a ver a Þorðís, y le preguntó qué podría ayudarle a curarse mejor.
"Hay una colina", le respondió, "no lejos de aquí, donde los elfos tienen su refugio. Hazte con el toro que mató Kormák, y enrojece la colina con su sangre, y haz un festín con su carne para los elfos. Así serás curado."[15]
Elfos germanos
Los elfos germanos originales (sajón antiguo alf; alto alemán medio: alb, alp; plural elbe, elber; antiguo alto alemán alb, del siglo XIII[16] ) se cree que eran ligeras criaturas que vivían en el cielo durante la era del paganismo germánico, y puede que haya incluido elfos oscuros o enanos subterráneos (ya que se entendía que eran similares a los álfr de la antigua mitología nórdica). En el folclore post-cristiano comenzaron a ser descritos como pícaros maliciosos que podían provocar enfermedades en el ganado y la gente, y además provocar malos sueños. La palabra alemana para pesadilla, Albtraum, significa "sueño de elfo". La forma arcaica Albdruck significa "agobio elfo"; se creía que las pesadillas eran provocadas por un elfo sentado en el pecho de una persona durmiendo. Este aspecto de las creencias germanas en los elfos se corresponde de manera similar con las creencias escandinavas en mara. También guarda cierta similitud con las leyendas sobre los íncubos y súcubos.
En el folclore de Dinamarca y Suecia aparecen muy ocasionalmente reyes elfos, pero hay una predominancia de mujeres elfas. En la épica germana media de Nibelungenlied, un enano llamado Alberich juega un importante papel. Alberich cuyo nombre es literalmente "elfo soberano" contribuye aún más en la confusión entre elfos y enanos que viene ya desde la Edda prosaica. A través del francés Alberon, la palabra entró al idioma inglés como Oberón – rey de los elfos y las hadas en la obra de Shakespeare, El sueño de una noche de verano.
La leyenda de Der Erlkönig parece haberse originado en una época más reciente en Dinamarca y Goethe basó su poema en "Erlkönigs Tochter" ("La hija de Erlkönig"), una obra danesa traducida al alemán por Johann Gottfried Herder.
La naturaleza de Erlkönig ha sido tema de varios debates. El nombre traducido literalmente del alemán sería "rey Alder" más que su habitual traducción del inglés de, "rey elfo" (que sería en alemán Elfenkönig). Se ha sugerido en ocasiones que Erlkönig es un error de traducción de la fuente original danesa ellerkonge o elverkonge, que en este caso si significa "rey elfo".
De acuerdo al folclore germano y danés, el Erlkönig aparece como un presagio de muerte, de manera similar a banshee en la mitología irlandesa. A diferencia de banshee, el Erlkönig se le aparece solamente a un persona a punto de morir. Su forma y expresión dice a la persona que tipo de muerte tendrá: una expresión de sufrimiento indica una muerte dolorosa, una pacífica es señal de muerte tranquila e indolora. Este aspecto de la leyenda fue inmortalizado por Goethe en su poema Der Erlkönig, que más tarde sería musicalizado por Franz Schubert.
En la primera historia del cuento de hadas de los hermanos Grimm, Die Wichtelmänner, los protagonistas que dan título al cuento son dos pequeños seres que ayudan a un zapatero en su trabajo. Cuando recompensa su trabajo con pequeñas ropas, están tan encantados, que se alejan corriendo y nunca los vuelve a ver. Aunque los Wichtelmänner son similares a seres como los kobolds, enanos y brownies, los protagonistas del relato han sido traducidos en ocasiones como elfos.
Variaciones de los elfos germanos en el folclore incluye a la gente de los árboles[18] y las damas blancas. Jacob Grimm no los asocia directamente con los elfos, pero otros investigadores ven una posible conexión a los brillantes elfos de luz de los antiguos nórdicos.[19]
Los elfos de la fantasía literaria
En novelas de fantasía y folclore, los elfos son frecuentemente descritos como gente pequeña con orejas puntiagudas y personalidades traviesaS. Además, en la visión más moderna son imperceptibles, y viven en los bosques y otros lugares naturales; así, se los mezcla con duendes y otros seres faéricos tradicionales,
En su versión literaria moderna, son longevos (pueden vivir milenios) y tienen poderes mágicos, que usan para proteger la naturaleza. Se cuenta que la raza élfica ha precedido a la Humanidad (Tolkien) en un gran número de milenios. Viven en sociedades análogas a las humanas, con reyes a quienes están sometidos. Aman el juego, la danza y el canto. A menudo pasan la noche entera en rondas infatigables que sólo interrumpe el canto del gallo, pues temen la luz del día y la mirada de los humanos. El que, de noche, en una llanura solitaria, se deja fascinar por la belleza de sus hijas y acepta entrar en su ronda, está perdido. Pero lo más frecuente es que sus danzas no tengan testigos; por la mañana se nota solamente en la hierba húmeda el rastro de sus pasos.
En alta fantasía, generalmente los elfos no son hostiles a los humanos, ya que los consideran inferiores y de poca importancia. A menudo desprecian a la especie humana como inferior y bárbara, del mismo modo que algunos miran a los animales de compañía y otros animales. También hay elfos oscuros (svartalfer en la mitología nórdica), los cuales son retorcidos y malignos. Los elfos son enemigos de los orcos y goblins, y suelen estar permanentemente peleados con los enanos.
La literatura moderna y los elfos
Un elfo arquero
Los elfos son una raza fundamental dentro de la mayor parte de los mundos de fantasía medieval, apareciendo con frecuencia en la literatura fantástica. Algunas obras en las que aparecen elfos son:
La hija del rey de los elfos de Lord Dunsany
El Silmarillion y El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien
Dragonlance de Margaret Weiss y Tracy Hickman
Los Reinos Olvidados de R.A. Salvatore
El Ciclo de la Puerta de la Muerte de Margaret Weiss y Tracy Hickman
El Tapíz de Fionavar
Harry Potter de J. K. Rowling (donde son seres mágicos encargados de servir a los magos)
Saga El Legado por Cristopher Paolini
Artemis Fowl por Eoin Colfer, con una visión futurista
Fenris el elfo de Laura Gallego
El Valle de Los Lobos, el primer libro de la trilogía llamada Las crónicas de la Torre también de Laura Gallego
En buena parte de estas historias son guerreros expertos, frecuentemente buenos arqueros. Típicamente son de tamaño humano, como los mitológicos. Al tiempo que los mitos se olvidaban los elfos se empequeñecieron en tamaño, para volverse poco mayores que los duendes. Los elfos se conocen como seres altos y de una belleza salvaje, de ojos grandes y profundos como los de un gato y sus movimientos son precisos y elegantes cual felino. Tienen lunares en una de las palmas de las manos uñas en el dedo meñique de los pies partidas, rasgos de la cara bien definidos, limitados por unas orejas puntiagudas, al mezclarse con los Tolkien llegan a perder estas características siendo un poco más pequeños que los humanos con orejas normales salvo los lunares y forma de las uñas de los dedos meñique de los pies y el lunar en la planta del dedo meñique del pie derecho y su voz es dulce y fría a la vez que es cantarina. El comic book Elfquest de Wendy y Richard Pini fue un intento de evitar los clichés típicos de los elfos, localizándolos en un entorno inspirado por la mitología nativa americana.
Principales versiones modernas
En la Tierra Media de J. R. R. Tolkien
Artículo principal: Elfos (Tierra Media)
En las obras de Tolkien, los elfos o "Eldar o quendi" son seres de gran poder, sabiduría y belleza. Los primeros nacidos de los llamados hijos de Eru, ya que los humanos serían los segundos en llegar al mundo, son concebidos en la tercera canción con la cual se creó al mundo, como se cuenta en el Ainulindale. Estos despertaron por primera vez cuando Varda, un espíritu Valar, la Señora de los Cielos encendió las estrellas y despertaron en Cuiviénen, región costera al oriente del Mar Interior de Helxcar. Como lo primero que vieron fueron las estrellas las aman sobre todas las cosas y adoran a Varda. Estos seres son "inmortales", no pueden morir ni por enfermedad ni por vejez, aunque sí por violencia o, en casos demasiado extremos, por tristeza y así vuelven a las instancias de mandos donde esperan el fin de los tiempos. Para Tolkien, los elfos son seres poderosos, excelentes músicos y artesanos, aunque solo los Noldor entre ellos pueden superar la maestría de los Enanos en la metalurgia; Además los elfos fueron las primeras criaturas en crear un lenguaje hablado y escrito, y en muchos casos los idiomas de la Tierra Media derivan de ellos. En algunos momentos se alían con los humanos para enfrentar un enemigo común, pero por lo general prefieren tener poco trato con ellos. Según su obra, estos seres se encuentran atados al mundo, y en comparación con los humanos que tienen el don de labrar su propio destino, su destino esta ligado a la canción que creó al mundo y a toda su historia.
En Harry Potter
En la saga de Harry Potter aparecen los elfos domésticos, fieles sirvientes de magos y brujas de la alta sociedad mágica, obedeciendo incondicionalmente los deseos y órdenes de sus amos. Tienen poderes mágicos, y portan vestimentas sucias y descuidadas. Estos son reprimidos y consideraN una gran vergüenza ser liberados, pero pueden ser liberados si su amo les regala una prenda de vestir, como en el segundo libro de Harry Potter él se las ingenia para poner un calcetín en un libro y así liberar a uno. Hay tres principales en esta saga:
Dobby
Kreacher
Winky
En Warhammer Fantasy
Warhammer Fantasy es un juego de rol de la compañía Games Workshop, en él hay tres tipos de elfos:
Altos Elfos
Se autodenominan Asur, y fueron la segunda raza creado por los míticos Ancestrales, después de los Hombres Lagarto. Son altos, esbeltos, ágiles, sabios y hábiles. Su raza está en decadencia, aunque aún conservan gran parte de su poder. Viven en Ulthuan, una isla en medio del Gran Océano, entre las tierras oscuras de Naggaroth y el Viejo Mundo, donde habitan los Hombres. La isla se divide en varios reinos autónomos, unidos por la figura del Rey Fénix, que actualmente es Finubar, y la Reina Eterna, cargo que recae en Alarielle, quienes co-gobiernan como una biarquía a los Asur.
Defendieron, junto a los Enanos, el mundo en los albores del tiempo, cuando el Caos quiso apoderarse de él. Las hordas de demonios del Caos fueron detenidas y los Elfos perdieron a su mayor héroe, Aenarion, que luchó contra las más terribles bestias demoníacas.
Sufrieron una guerra civil (la Secesión) cuando un grupo de Altos Elfos se corrompió. Entonces los Elfos Oscuros, como serían llamados, fueron exiliados. Ahora, grandes hechizos de inconmensurable poder mantienen a flote la isla de Ulthuan.
Elfos Oscuros
También llamados Druchii, son pálidos, morenos y crueles. Viven en Naggaroth, la Tierra del Frío, organizados en ciudades semi autónomas, y reina sobre los Druchii el Rey Brujo Malekith, hijo del héroe Aenarion, corrupto por su malvada madre Morathi. Ella inició en Ulthuan el culto a un dios del Caos, Slaanesh, y extendió el credo por todo el reino oriental de la isla. La Secesión fue la cruel guerra civil que terminó con la expulsión de los Elfos Oscuros a las inefables tierras de Naggaroth, donde esperan su venganza.
Su sociedad es despiadada. El asesinato es regla común y el Rey Brujo no se mete en las disputas familiares.
Elfos Silvanos
Cuando los Altos Elfos fundaron colonias en el Viejo Mundo, iniciaron relaciones amistosas con los Enanos. Pero una partida de guerra de los Elfos Oscuros atacó a los Enanos, y éstos no diferenciaron las dos razas, y comenzó la Guerra de la Barba entre Elfos y Enanos. Cuando terminó, con un resultado indeciso, aunque los Elfos fueron quienes se retiraron, algunos de ellos no quisieron dejar la tierra en que habían vivido. Se instalaron en profundos bosques y comenzaron a desarrollar creencias, lenguaje y tradiciones propias. Los Asrai, como se denominan, son rápidos, astutos, gustan de tender emboscadas en sus reinos forestales en el gran Bosque de Athel Loren, y son mezquinos y reservados. No permiten la entrada a sus reinos de nadie que no goce de su permiso, y si no es así, los intrusos mueren víctimas de las trampas o las flechas. Están en armonía con el bosque y se relacionan con los espíritus de los árboles.
Reinan en Loren Orión, encarnación de Kurnous, dios de la caza, y Ariel, encarnación de la madre tierra, Isha. Sus peores enemigos son los Hombres Bestia, seres mutados por los poderes del Caos que corrompen los bosques del mundo.
En Crónicas de la guerra de Lodoss (Record of Lodoss War)
Este Anime japonés muestra a los elfos en la tradición de Tolkien, y aparecen dos tipos de ellos.
Elfos de la luz
Viven en los bosques, son de aspecto y estatura humanos, incluso en el color de la piel, prácticamente lo que los diferencia de los humanos son sus orejas largas y puntiagudas, son hermosos, delgados y gráciles, viven varios siglos y envejecen muy lentamente, dentro de sus habilidades pueden invocar espíritus del agua, del viento, etc. Aunque tienen un carácter lúdico son buenos en el uso de las armas y se muestran como seres extremadamente celosos cuando se enamoran de un humano, a quien buscan proteger y nunca abandonarán, gustan de las danzas y la música, arte para el cual son muy habilidosos.
Su representante más característico es la elfa Deedlit.
Elfos de la oscuridad
Son muy semejantes a los elfos de la luz, aunque los machos suelen ser narizones y sus dientes suelen estar convertidos en colmillos. Si bien la luz diurna no les ocasiona daño alguno generalmente prefieren la oscuridad de la noche, practican magia negra como son sacrificios, envenenamientos y son capaces de invocar espíritus y monstruos de la tierra, viven en constante lucha con los elfos de la luz y son extremadamente belicosos, tan pronto forman alianzas con humanos como luchan contra ellos.
El personaje principal de esta clase es la elfa Pirotess.
En la traducción de España se les llama "duendes" a estos elfos, aunque con éste nombre aparece una tercera clase de duende el cual es muy pequeño, con aspecto infantil y con habilidades mágicas más sencillas que usa para engañar, tiene un carácter infantil y travieso, le gusta jugar bromas y apropiarse de cosas ajenas.
En El Legado
Aquí, los elfos son seres diestros con la magia, que tienen gran habilidad y fuerza, y nunca mueren de viejos. Esta última característica la obtuvieron de los dragones, pues antes vivían tanto como los humanos.
Cuando los elfos llegaron en sus barcos de plata a Alagaësia, entraron en Du Fyrn Skulblaka (la guerra con los dragones). Esta guerra comenzó cuando un elfo cometió el error de cazar a un dragón como si fuera un animal común y corriente. Los dragones, enojados, mataron al elfo. Pero esto no paró ahí, los dragones atacaron a los elfos y estos trataron de terminar con la guerra, pero no hallaron manera de comunicarse con los dragones. Y los elfos tuvieron que atacar para sobrevivir. Y esta guerra habría durado mucho más si un elfo llamado Eragon (que no es el protagonista de la saga) no hubiera encontrado un huevo de dragón.
Nadie sabe cómo apareció el huevo ahí, bueno el caso es que Eragon y su dragón terminaron con la guerra, pero ninguna de las razas se podían permitir otra guerra, pues acabarían destruyéndose mutuamente. Era inevitable que se iniciara otra guerra, y la única solución era vincular a las dos razas a través de la magia.
Crear el hechizo llevó nueve años, y cuando lo terminaron se reunieron los dragones y los elfos y pusieron el hechizo, fundiendo las armas de elfos y dragones. Los dragones ganaron el uso del lenguaje y otras herramientas de la civilización, y los elfos su longevidad. Luego, cuando llegaron los humanos, fueron añadidos al hechizo.
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7 comentarios:
gracias por toda esa info, sigue asi con el blog
Interesantísima y muy completa la información, como siempre.
¡¡Gracias!!
gracias por vuestro apoyo!!
Hola!! Me encantó el texto, pero también podrías agregar a los elfos de la saga del Mundodisco de Terry Pratchett, poco conocida en el hemisferio sur pero bastante famosa en Inglaterra, que toma a los elfos comos eres hermosos e hipnotizantes pero realmente malvados, una visión ligeramente distinta de las que aquí mencionas.
He leido la saga del Legado y me encanta, me gusta mucho como describe a los elfos el autor
los invito a http://entsjl.blogspot.com/
EL BOSQUE FANGORN
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